6 de octubre de 2013

UN MANGO FRIO · Lorenzo Benitez Cornejo



Para leer escuchando a Bill Evans: "Peace Piece"

http://www.youtube.com/watch?v=Nv2GgV34qIg



Un mango frío, ligeramente dulce, y la noche como una platea. Hay veces que la ciudad se lo calla casi todo a estas horas. Ocurre raramente, pero sucede. La sientes como rendida en sus butacas en torno al escenario; incrédula, harta o hueca. Sencillamente cansada. No hay luces de cruceros en el puerto. Las sirenas de los buques se alejaron. El borracho en el escalón de una entidad bancaria en el paseo de Canalejas sigue dormido. Él sigue su peligro. Y ese murmullo de corazones latiendo en silencio, como una olla de peregrinos, todos dispuestos a descansar de nosotros mismos. Es un teatro de nubes de otoño con sonido de grillos. Aquí solemos perder el Norte por la ausencia o la fuerza de los vientos. La vida se rige por los aires, no por la brújula. Quizá por eso somos tan sensibles a los rachotes de levante como a la plomiza y seductora calma chicha. Esas lagunas, como plateas, que uno se bebe a medianoche con un mango frío y ligeramente dulce en los labios.