Cada vez que llega la navidad y veo como un año más se ha esfumado como una anguila de las manos siento que el decurso de la vida se acaba. Y no más que un instante diminuto, escueto, fugaz. Con un significado sagrado y personal. Este espacio que no es de nadie. Siento con más fuerza que estoy usurpando un algo inexplicable que no nos corresponde a los humanos, como el aire y el mar, o ese pajarillo feliz. Como dijera Nietzsche: "el hombre, esa especie pequeña y ennegrecida que afortunadamente es de duración limitada. La vida sobre la tierra es un instante" y sin embargo creo que sobreviviremos un poco más. Aunque al final perdamos la partida, sintamos al menos que haya valido la pena jugarla.
1 comentario:
Todo está en movimiento. De la última partida surge una nueva cita en el tablero. Así he pasado años, de un lado a otro, y no me canso de vivir.
Fdo: Roger Bostu
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