Debe ser cosa del campo visual. Todo aquello que no puedo ver para mí no existe: sólo es un dibujo abstracto en mi imaginación, un algo incoloro y difuso. Sin embargo la luna ilumina por igual los dos lados del orbe pero a diferentes horas, y más allá está el otro lado del mundo, que duerme mientras tú trabajas y se emborracha durante tus sueños. Y perseguir ese algo detrás de la niebla azulada de la noche sólo es un sueño más. Un tránsito hacia otro sueño, hacia otro día que sólo de ti depende; quede atrapado como un instante infinito.
Y con esto sólo quiero llegar a este lugar eterno, al reino de la palabra, donde el calor de los amigos estimula los sueños. Y vengo para quedarme.
1 comentario:
Te abrazo amigo.
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